martes, 4 de diciembre de 2007

Capítulo 10: De la canción, a la intervención...
















Sin duda, cuando las armas de la cultura son insuficientes, EEUU no dudará tomar otro tipo de armas. Si la instalación del capital norteamericano en escenario latinoamericano requirió de una enorme tarea de legitimación emprendida a través de los medios de comunicación de masas y de la producción de conocimiento que estableciera relaciones de dominio cultural con los países del sur, cualquier amenaza a esta labor sería respondida con toda la fuerza que la defensa del capital requiriera.


En Guatemala, la United Fruit Company poseía el 70% de las tierras agrícolas. Cuando en 1954 llega al poder Jacobo Arbenz (en la foto) el gobierno nortemericano intervendrá en favor de los intereses de sus compatriotas en Guatemala. En principio, a través de una campaña que ataca la popularidad del presidente, vinculándolo los comunistas; y finalmente, con una operación manejada por la CIA, llamada Operación Éxito, que incluyó la creación de grupos paramilatres para conseguir la destitución de Arbenz y la instalación de un gobierno afín. Todo, por defender los desinteresados intereses de los norteamericanos...


Cuando el escenario se vuelve peligroso para los intereses del capital, toda la sutileza de la dominación simbólica será relevada por una dominación explícita, que complementa y sustituye a la primera si es conveniente. En el caso de Guatemala, no se trató únicamente de la defensa ideológica contra el comunismo -como se planteó-, sino de los intereses económicos en la región.
El paso de la alegre música a la explícita defensa armada, no es extraña dentro de la lógica establecida entre los intereses económicos y culturales, que es fácil detectar a partir de este caso.

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