En una primera etapa (1926-1931) la publicidad de la UFCo es esencialmente educativa, utilizando para ello un medio de transmisión de mensaje masivo: afiches publicados en revistas, para hacer llegar estas ideas a un amplio público. Éstas imágenes son altamente elaboradas, acompañadas de texto escrito que profundizan lo que se busca transmitir, donde destacan imagenes de carácter familiar y cotidiano que buscan reproducir la realidad cotidiana de una familia norteamericana: la tarea diaria de cocinar, la escuela, los niños.
El explícito sentido de educar en el consumo de bananas se demuestra en el primer afiche (1931) publicado en la revista "Collier's, The National Weekly", con una profesora señalando la banana en un pizarrón escolar -rayado con operaciones matemáticas básicas, realizables por gran parte de la población desde temprana edad- acompañado de la frase "Aprendiendo a alimentar a nuestros hijos... aprendemos a alimentarnos a nosotros". Este afiche va dirigido en especial a las dueñas de casa, con un tono cercano y familiar, para que completen su labor educativa al informarse de los beneficios del consumo de bananas.
La presencia de los niños en la propaganda de la UFCo está muy bien reflejada en el segundo (1927) y tercer (1926) afiche, que informan acerca de lo idoneo de éste producto para el consumo de incluso los "dientes más chiquitos", apareciéndo un par de bananas al lado de juguetes infantiles. En la siguiente imagen lo lúdico ha sido reemplazado por indumentarias escolares -un mapa y libros escolares- presentando a las bananas como una colación idónea para los niños, fácil de consumir y transportar, lo que quita complejidad a las tareas domésticas de las dueñas de casa.
Con el mismo sentido, en el último afiche (1928) se ofrece una posible receta con bananas, recalcando la posibilidad de probar alimentos tropicales de manera sencilla -una ensalada. Para ello se acompaña la imagen del plátano con plantas tropicales, dándole una especial imágen de producto exótico que la UFCo es capaz de traer a su mesa.
El explícito sentido de educar en el consumo de bananas se demuestra en el primer afiche (1931) publicado en la revista "Collier's, The National Weekly", con una profesora señalando la banana en un pizarrón escolar -rayado con operaciones matemáticas básicas, realizables por gran parte de la población desde temprana edad- acompañado de la frase "Aprendiendo a alimentar a nuestros hijos... aprendemos a alimentarnos a nosotros". Este afiche va dirigido en especial a las dueñas de casa, con un tono cercano y familiar, para que completen su labor educativa al informarse de los beneficios del consumo de bananas.
La presencia de los niños en la propaganda de la UFCo está muy bien reflejada en el segundo (1927) y tercer (1926) afiche, que informan acerca de lo idoneo de éste producto para el consumo de incluso los "dientes más chiquitos", apareciéndo un par de bananas al lado de juguetes infantiles. En la siguiente imagen lo lúdico ha sido reemplazado por indumentarias escolares -un mapa y libros escolares- presentando a las bananas como una colación idónea para los niños, fácil de consumir y transportar, lo que quita complejidad a las tareas domésticas de las dueñas de casa.
Con el mismo sentido, en el último afiche (1928) se ofrece una posible receta con bananas, recalcando la posibilidad de probar alimentos tropicales de manera sencilla -una ensalada. Para ello se acompaña la imagen del plátano con plantas tropicales, dándole una especial imágen de producto exótico que la UFCo es capaz de traer a su mesa.
Imágenes obtenidas en la página corporativa de Chiquita Brands (nombre actual de la UFCo).
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